Ya se acerca el final!

El curso se acaba, y parece que fue ayer cuando llegamos a clase por primera vez... Clase nueva, compañeros nuevos, maestros nuevos... Y sobre todo una meta nueva que conseguir.
Parecía difícil, y nos costó trabajo... Nos dieron ganas de abandonar muchas veces y de seguir otras muchas, pero al final, tomamos la decisión correcta, seguimos luchando, retrocediendo y pidiendo disculpas en muchas ocasiones tras malas acciones.
Hoy, ha sido un día especial, un día de satisfacción... En todas las empresas, en todas, me han dado la enhorabuena por vuestro trabajo y comportamiento, fruto de la lucha y del esfuerzo.
Por eso, desde aquí, quiero públicamente daros las FELICIDADES, y animaros a que éste sea el principio de una nueva etapa dónde se adormezcan los problemas y brillen las satisfacciones y alegrías

miércoles, 6 de junio de 2012

Yo soy quien soy

Yo no soy quien quisiera ser.
No soy el que debería ser.
No soy el que mi mamá quería que fuese.
Ni siquiera soy el que fui.
Yo soy quien soy.

Lectura interesante

AUTORRECHAZO


Estaba allí desde el primer momento,
en la adrenalina
que circulaba por las venas de tus padres
cuando hacían el amor para concebirte,
y después en el fluido
que tu madre bombeaba a tu pequeño corazón
cuando todavía eras sólo un parásito.

Llegué a ti antes de que pudieras hablar,
antes de que pudieras entender algo
de lo que los demás te decían.
Estaba ya cuando torpemente
intentabas dar tus primeros pasos
ante la mirada burlona y divertida de todos.
Cuando estabas desprotegido y expuesto,
cuando eras vulnerable y necesitado.

Aparecí en tu vida
de la mano del pensamiento mágico;
me acompañaban...
las supersticiones y los conjuros,
los fetiches y los amuletos...
las buenas formas, las costumbres y la tradición...
tus maestros, tus hermanos y tus amigos...

Antes de que supieras que yo existía
dividí tu alma en un mundo de luz y uno de oscuridad.
Un mundo de lo que está bien y otro de lo que no lo está.

Yo traje tus pensamientos de vergüenza,
te mostré todo lo que hay en tí de defectuoso,
de feo,
de estúpido,
de desagradable.
Yo te colgué la etiqueta de "diferente"
cuando te dije por primera vez al oído
que algo no andaba del todo bien. en tí.

Existo desde antes de la conciencia,
desde antes de la culpa,
desde antes de la mortalidad,
desde los principios del tiempo,
desde que Adán se avergonzó de su cuerpo
al notar que estaba desnudo...
!y los cubrió!

Soy el invitado no querido,
el visitante no deseado,
y sin embargo
soy el primero en llegar y el último en irme.
Me he vuelto poderoso con el tiempo
escuchando los consejos de tus padres sobre cómo
triunfar en la vida.

Observando los preceptos de tu religión,
que te dicen qué hacer y qué no hacer
para poder ser aceptado por Dios en su seno.
Sufriendo las bromas crueles
de tus compañeros de colegio
cuando se reían de tus dificultades.
Soportando las humillaciones de tus superiores.
Contemplando tu desgarbada imagen en el espejo
y comparándola después con las de los "famosos"
que salen por televisión.

Y ahora, por fin,
poderoso como soy
y por el simple hecho
de ser mujer,
de ser negro,
de ser judío,
de ser homosexual,
de ser oriental,
de ser discapacitado,
de ser alto, bajito o gordo...
puedo transformarte
en un montón de basura,
en escoria,
en un chivo expiatorio,
en el responsable universal,
en un maldito
bastardo
desechable.

Generaciones y generaciones de hombres y mujeres me apoyan.
No puedes librarte de mí.

La pena que causo es tan insostenible
que para soportarme
deberás pasarme a tus hijos,
para que ellos me pasen a los suyos
por los siglos de los siglos.

Para ayudarte a ti y a tu descendencia
me disfracé de perfeccionismo,
de altos ideales,
de autocrítica,
de patriotismo,
de moralidad,
de buenas costumbres,
de autocontrol.

La pena que te causo es tan intensa
que querrás negarme
y, para eso,
intentarás esconderme detrás de tus personajes,
detrás de tus drogas,
detrás de tu lucha por el dinero,
detrás de tus neurosis,
detrás de tu sexualidad indiscriminada.
Pero no importa lo que hagas,
no importa adónde vayas.
Yo estaré allí,
siempre allí.
Porque yo viajo contigo
día y noche
sin descanso
sin límites.

Yo soy la causa principal de la dependencia,
de la posesividad,
del esfuerzo,
de la inmoralidad,
del miedo,
de la violencia,
del crimen,
de la locura.

Yo te enseñé el miedo a ser rechazado
y condicioné tu existencia a ese miedo.
De mí dependes para seguir siendo
esa persona buscada, deseada,
aplaudida, gentil y agradable
que hoy muestras a los demás.
De mí dependes
porque yo soy el baúl en el que has escondido
aquellas cosas desagradables,
más ridículas,
menos deseables de tí mismo.

Gracias a mí
has aprendido a conformarte
con lo que la vida te da,
porque, después de todo,
cualquier cosa que vivas, será siempre más
de lo que te crees que mereces

¿Has adivinado verdad? Soy el sentimiento de rechazo que sientes hacia ti mismo.


Todo empezó aquel día gris
en que dejaste de decir orgulloso:
"!YO SOY!"
Y, entre avergonzado y temeroso,
bajaste la cabeza
y cambiaste tus palabras y actitudes
por un pensamiento:
"!YO DEBERÍA SER...!"

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